
Los menús festivos son excesivos, comemos gran cantidad de entrantes, pescados, carnes, dulces… que habitualmente no están en nuestra dieta.

Junto a los platos que elaboramos, que normalmente son muy energéticos, ricos en proteínas, grasas y azúcares… bebemos también en exceso, muchas veces por el ambiente y la tradición.
Aunque se nos diga que una copa de vino de vez en cuando, puede aportarnos beneficios para la salud, debemos tener cuidado en cómo interpretamos esta frase, ya que es el exceso lo que impera estos días.
La Organización Mundial de la Salud es tajante, su mensaje a la población es: «Cuanto menos alcohol, mejor para la salud»
Nuestro aparato digestivo sufre las mayores consecuencias. Para poder digerir todos los alimentos que se toman en esas fiestas, se necesita emplear más tiempo que de costumbre y en la mayoría de las ocasiones, la digestión se hace con más dificultad. Es habitual, después de estas comilonas, experimentar cierta pesadez, pero, incluso algunos se sienten mal hasta el punto de padecer acidez, náuseas, vómitos o diarreas. Estos síntomas aparecen fundamentalmente por la cantidad de comida ingerida y también, por el tipo de preparaciones culinarias empleadas, siendo muy común el exceso de salsas, condimentos, picantes,…
Además de las indigestiones nos enfrentamos a la toxinfección alimentaria por una mala manipulación o conservación de los alimentos.
Especial cuidado con los moluscos crudos (almejas, ostras…) comprar los productos frescos con garantías y conservarlos en frigorífico. En los alimentos debidamente cocidos y el tiempo suficiente elimina la nocividad de los gérmenes patógenos.
Mucho cuidado con las sobras, bien refrigeradas y si algún plato te inspira desconfianza es mejor tirarlo a la basura.
Otro problema con el que se encuentran muchas personas después de estas comidas o fiestas en la que se come demasiado, es el exceso de peso, multiplicamos por 3 o 4 la ingesta habitual de energía y nos movemos mucho menos por lo que nos encontramos con unos kilos de más.
Claves para realizar menús festivos con salud:
- Recordar comer y beber forman parte de la alegría de vivir.
- Elegir alimentos que ofrezcan la máxima garantía de calidad
- Controlar la cantidad de comida que va a tomar. Se puede comer de todo pero con mesura.
- No debemos olvidar la existencia de los alimentos vegetales tan ligeros y saludables como son las verduras y las frutas.
- Comer despacio, masticando bien los alimentos y disfrutando de cada bocado.
- Si se toman bebidas alcohólicas, debe hacerse con mucha moderación.
- Mantener un peso estable es signo de equilibrio nutritivo.
Para más información puedes consultar la web de nuestra médico-nutricionista Ana Elbusto.
Ana ElbustoPara cualquier información puedes enviar un imeil a: info@rehabilitacion-beraun.com
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