Cuando sufrimos una lesión o nos duele algo, solemos dudar entre ponermos frío o calor, siempre hay alguien que nos recomienda ponernos calor y otra persona dice que frío. ¿A quién hacemos caso? ¿Estamos haciendo bien?
Crioterapia (frío)
Se aplica cuando la lesión acaba de producirse o durante la fase inflamatoria, es decir, como mucho durante los primeros tres días después de una lesión.
Se suelen utilizar bolsas de hielo en áreas de dolor, inflamación o espasmos: hielo triturado en una bolsa plástica, bolsa de vegetales congelados (guisantes) o paquete reutilizable de hielo comercial (“coldpack”).
Colocarlo sobre el área afectada envuelta en una toalla durante unos 15 minutos por sesión. Si la lesión es reciente recomendamos tres aplicaciones de diez minutos de frío. Entre cada aplicación deberán transcurrir al menos dos horas.
Al aplicar hielo estamos reduciendo la inflamación, evitando que se acumulen sustancias oxidativas e impidiendo la muerte de las células que se encuentran cerca de la lesión.
¿En qué lesiones se puede aplicar el hielo?
Se puede aplicar frío durante los primeros tres días en caso de: sobrecarga, rotura de fibras, golpe, esguince, luxación, fractura, tendinitis.
¿Cuándo NO debo ponerme frío?
- Después del período de inflamación aguda, es decir, después de tres días de realizar la lesión, porque se retrasaría el tiempo y la calidad de reparación del tejido.
- Antes de hacer ejercicio: el frío tiene un efecto sedante, y si se aplica frío la zona antes de entrenar quedaría anestesiada y podríamos lesionarnos. Además, el frío hace que el tejido se vuelva menos elástico y pierda fuerza.
- Si sufres de hipersensibilidad al frío. Existen personas alérgicas al frío, que llegan a tener reacciones en la piel graves si lo utilizan. Tampoco en casos de vasoespasmos, problemas circulatorios o problemas cardíacos graves diagnosticados.
Precauciones que hay que tomar al utilizar frío en una lesión
- Nunca usar directamente el hielo sobre la piel. Siempre utiliza una toalla o tela.
- Nunca superar los 40 minutos de aplicación, ya que podríamos crear una parálisis por frío y quemaduras cutáneas.
Termoterapia (calor)
Se aplica cuando ya ha pasado la fase inflamatoria mencionada antes (tres días tras la lesión). El tiempo de aplicación será aproximadamente de 20 minutos.
Al aplicar calor se produce un aumento de sangre en la zona, una disminución de la presión arterial y un efecto sedante por la relajación muscular y alivio de la fatiga muscular.
Existen diferentes métodos de aplicación de calor: mantas eléctricas, sacos de semillas, fangos, parafina, lámpara de infrarrojo, etc. En todos estos casos el calor que se produce es superficial.
¿En qué lesiones me puedo aplicar calor?
Se aplica calor después de los primeros tres días en caso de: contracturas, lesiones por esfuerzo, mala postura, rigidez, antes de entrenar (para aumentar la flexibilidad y evitar lesiones).
¿Cuándo NO debo ponerme calor?
- Si hay una inflamación, es decir, si la zona está caliente, enrojecida e hinchada.
- Durante los tres primeros días tras un golpe, esguince o fractura.
- En casos de anestesia o alteración de la sensibilidad (deberemos tener especial cuidado por el riesgo de quemaduras).
- Procesos infecciosos, cardiopatías descompensadas, ni en caso de alteraciones de la tensión arterial como en hipotensión grave.
Precauciones que hay que tomar al utilizar calor en una lesión
Se debe tener cuidado a la hora de aplicar el calor, ya que podemos quemar nuestra piel sin darnos cuenta. Tenemos que notar calor intenso pero agradable y se recomienda revisar la zona para comprobar que no se ha producido ninguna quemadura.
Baños de contraste (frío y calor simultáneamente)
Se utiliza tanto el frío como el calor. Es necesario saber la aplicación correcta para favorecer la curación de las lesiones.
¿En qué lesiones me puedo aplicar baños de contraste?
Es una herramienta útil para mejorar la recuperación de fracturas y tras la inmovilización con vendajes o escayolas.
- El agua caliente debe estar entre 38-44ºC, temperatura ideal para no quemarnos. Permanecer 4-6 minutos.
- El agua fría estará entre 10-20ºC. Permanecer 1-2 minutos.
Empezar por el agua caliente y realizar entre dos y cuatro cambios alternando agua fría y caliente. Dependiendo de la inmovilización se terminará en el agua fría (en lesiones inflamadas), o caliente (después de la inmovilización, articulaciones rígidas).
Los baños de contraste tienen beneficios para el organismo, principalmente en la circulación sanguínea y en el sistema nervioso autónomo. Sus efectos son los siguientes:
- Aumento del riego sanguíneo y la estimulación de vasodilatación y vasoconstricción.
- Limpieza de tejidos y reducción de edemas.
- Estimulación del sistema nervioso autónomo.
- Disminución de la rigidez y del dolor previo a la rehabilitación.
Esperamos haber aclarado tus dudas. Ahora, ¡a poner en práctica estos consejos! Para cualquier duda puedes ponerte en contacto con nosotros.
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